Hoy no traigo ninguna reseña, pero
sí una historia, algo que me ocurrió a mí, y es la razón de mi afición lectora.
Todo comenzó en 2007. Tenía yo 13
años recién cumplidos. Como todos los veranos, fui de vacaciones a la playa, en
esta ocasión a un lugar nuevo, Islantilla, situado en la provincia de Huelva.
A mi los libros no me atraían
nada, es más, en la escuela, siempre que podía escaquearme de leer alguno, lo
hacía, pero todo cambió en esas vacaciones.
Paseando por un centro comercial,
vi una librería, me llamó la atención y me acerqué a ella. No recuerdo si cogí
un libro porque me gustó la portada o por recomendación del librero, pero la
cuestión es que me fui de allí con una novela bajo el brazo.
Llegué a la habitación del
apartamento que habíamos alquilado, y me puse a leer. Creo que me dieron las
dos de la madrugada y seguía leyendo. Y es que ese libro me atrapó, no se si es
porque me veía reflejada en la historia, por ser una lectura ligera, o porque
debía de ser así.Pero desde ese momento, no puedo
parar de leer.
El libro que compré entonces se llama “El diario de Marga y Coco”, y se que un libro no tiene el mismo impacto en todas las personas, pero, si tienes una hija o hijo en la misma edad que tenía yo entonces, puedes recomendarle esta increíble historia.
El libro que compré entonces se llama “El diario de Marga y Coco”, y se que un libro no tiene el mismo impacto en todas las personas, pero, si tienes una hija o hijo en la misma edad que tenía yo entonces, puedes recomendarle esta increíble historia.
Me he acordado de este relato
porque, 11 años después, he vuelto a esa librería. Estaba exactamente igual a
como la recordaba, pero esta vez no solo me he traído un libro, sino que han
sido bastantes más, tres de ellos por recomendación de las personas que regentan
este lugar, y para los y las curiosas, son “¡Harpo Habla!” , “recursos inhumanos”
y “el bestiario de Axlin”.
Espero que os haya gustado esta
bonita historia (o al menos para mí), y si pasáis por la librería “El principito”
os dejéis atrapar por ella como hizo conmigo.
Aquí podéis encontrar su Facebook
Es encantador volver a visitar un lugar tras años y que siga igual, y lo que es mejor, rememorar esos recuerdos con cariño. Yo no suelo veranear por Huelva y mira que no me pilla tan lejos, pero vamos que si paso por allí estoy segura de que entraré a darle una ojeada, aunque sea solo porque, por la foto, parece un lugar encantador.
ResponderEliminarUn saludo!
Pues ojalá puedas pasar por allí y conozcas esa pequeña librería, seguro que no te arrepientes, y te vienes con varios libros bajo el brazo como hice yo. Un saludo 🙂
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